Según una encuesta realizada por Pfizer, uno de cada cuatro manchegos solo relaciona la dermatitis atópica con sarpullidos, erupciones y picor, pero no considera otro tipo de impacto de la enfermedad, tales como afectación al sueño, que sea una causa de estrés o que tenga impacto en la autoestima del paciente. Además de esto, el 80% piensan que esta enfermedad tiene un origen genético, aunque su origen es multifactorial ya que, además de genético, también pueden ser debidos a factores ambientales o inmonológicos.
¿Cuál es el origen de la dermatitis atópica? ¿Es contagiosa? ¿Cuál es su impacto en los pacientes? Estos son solo algunos de los interrogantes que surgen en torno a esta enfermedad que afecta actualmente a 1,5 millones de personas en nuestro país.
La doctora Cristina Pérez, jefa de servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Toledo, ha explicado que “existen muchos mitos entorno a esta enfermedad, y muy poco conocimiento sobre cómo afecta a los pacientes. La dermatitis atópica va mucho más allá de la piel, afectando a su calidad de vida”. La encuesta llevada a cabo por Pfizer pretende aclarar algunas de las falsas creencias que rodean esta enfermedad.
La dermatitis atópica: una enfermedad rodeada de falsas creencias
De la encuesta se desprende que en torno a la mitad de los castellanomanchegos cree que la dermatitis atópica se puede curar con cremas, cuando la realidad es que es una enfermedad tratable pero no curable y casi 7 de cada 10 no considera que se trate de una enfermedad grave, cuando las formas de moderada a grave de la enfermedad representan alrededor del 10-20% del total de pacientes con dermatitis atópica.
Este estudio evidencia que existe desconocimiento respecto al impacto que tiene la dermatitis atópica en los pacientes. Por ejemplo, que en Castilla-La Mancha todavía hay un porcentaje de población relevante, casi el 20%, que cree que la dermatitis atópica es contagiosa. Es, además, una de las comunidades donde menos se relaciona la enfermedad con el asma.
Cómo afecta realmente la dermatitis atópica a los pacientes
“La dermatitis atópica es una de las enfermedades inflamatorias crónicas de la piel más comunes, que afecta a personas de todas las edades y géneros en todo el mundo. Suele manifestarse con la aparición de eccema en la piel y prurito, normalmente mediante brotes” recuerda la doctora Pérez “Además, es una enfermedad que influye en otros muchos aspectos de la vida de los pacientes, ya que está muy relacionada con la aparición de perturbaciones del sueño, problemas de autoestima o episodios de estrés”, destaca la doctora.
En este sentido, el psiquiatra Jose Martín Zurimendi de Bilbao, afirma que “la dermatitis atópica va mucho más allá de la piel y de sus síntomas visibles, por lo que puede llegar a influir negativamente en el día a día de los pacientes, sobre todo en su manifestación moderada a grave”. Para el psiquiatra “es esencial aumentar el nivel de conocimiento sobre la dermatitis atópica en la sociedad para desterrar los falsos mitos y el estigma sobre esta enfermedad, y hacer frente a los factores que pueden influir negativamente en la calidad de vida de los pacientes y en sus relaciones sociales o laborales, para mejorar así, su bienestar emocional”.
Además, la Asociación de Afectados por Dermatitis Atópica (AADA), en su encuesta “Calidad de vida en pacientes con dermatitis atópica”, expone datos sobre las afectaciones más allá de la piel para los pacientes, destacando que casi la mitad, un 44% de los encuestados, ha necesitado apoyo psicológico y se ha demostrado que, cuanto antes aparece la enfermedad, más afectada se ve su autoestima. Asimismo, un 89% asegura haber perdido horas de sueño por la dermatitis atópica y un 30% afirma tener ansiedad.
La dermatitis atópica La dermatitis atópica tiene un origen multifactorial, que resultaría de la interacción de factores genéticos, ambientales e inmunológicos. Las manifestaciones habituales de esta patología son: sequedad de la piel, intensos picores y lesiones eczematosas recurrentes con una presentación clínica heterogénea. Las lesiones de la dermatitis atópica se caracterizan por el eritema (la piel se vuelve roja o púrpura en función del color de la piel), la induración (endurecimiento), la formación de pápulas, la liquenificación, la supuración o costras.