Comer saludable es una prioridad para los hogares españoles, pero también un reto. Así lo confirma la segunda edición del ‘Radar SaluDiable’, un estudio elaborado por Dia con el aval de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que analiza los hábitos de alimentación y consumo de los hogares españoles*. Entre las principales conclusiones, el informe revela que más del 90% de los consumidores reconoce estar muy preocupado por su alimentación y bienestar, de hecho, más de un 95% de los encuestados está interesado en mejorar sus hábitos alimentarios, pero solo un 28% afirma conseguir mantener hábitos saludables en su día a día.
Esta brecha entre intención y acción se explica, en gran medida, por las barreras que enfrentan los consumidores. El obstáculo más señalado: el precio: el 73,1% de los encuestados considera que el coste de los alimentos saludables es la principal barrera para llevar una dieta equilibrada, una percepción que ha crecido en 13 puntos porcentuales respecto al 60% reflejado en la primera edición del informe publicado en 2024. Le siguen otras dificultades como la falta de tiempo (30,6%) o la escasez de promociones en alimentos saludables (27,6%).
Comer alimentos frescos: un hábito deseado, pero percibido como costoso
Aunque cada vez existen más propuestas para ayudar a los consumidores a comer sano sin repercutir en su presupuesto, la percepción general sigue siendo crítica. Según la segunda edición del Radar SaluDiable, ocho de cada diez encuestados considera muy difícil elaborar una comida saludable por menos de 2,5 euros por persona, una cifra que se agrava ligeramente respecto al 70% que lo creía así en 2024.
Este escepticismo se vincula especialmente al consumo de alimentos frescos: un 64% de los encuestados cree que una dieta variada basada en productos frescos y mínimamente procesados es más cara que otra basada en productos ultra procesados o preparados. Tan solo un 15% considera que es más barata, y un 19,5% cree que ambas opciones cuestan lo mismo.
Pese a ello, los hogares no renuncian a los frescos. El 78,4% de los encuestados afirma que siempre incluye productos frescos en su cesta de la compra. Para no renunciar al ahorro, cerca del 12% asegura comprar alimentos frescos cuando hay ofertas, un reflejo de la conciencia del consumidor por buscar activamente alternativas saludables accesibles. En cuanto a la calidad, el 51,8% cree que los alimentos de proximidad tienen mejor calidad, lo que refuerza el valor de lo local y de temporada como aliado del bienestar nutricional.
“Los resultados de esta edición de Radar SaluDiable reflejan que barreras como el precio, la falta de tiempo o promociones limitan mantener una alimentación saludable. En Grupo Dia creemos que llevar una dieta equilibrada no puede depender del presupuesto o del tiempo disponible. Por eso trabajamos para eliminar esas barreras, acercando productos frescos, locales y asequibles, y ofreciendo herramientas útiles para que nuestros clientes puedan comer mejor cada día”, destaca Pilar Hermida, Directora de Comunicación y Sostenibilidad de Grupo Dia.
Más conocimiento, más conciencia: el papel clave de la información
Saber qué comemos es, cada vez más, un criterio fundamental para tomar decisiones de compra. Las conclusiones del II Radar SaluDiable revelan un creciente interés por la composición y el etiquetado de los productos. Así, el 68,5% de los encuestados reconoce que la información nutricional influye en los productos que suele incluir en la cesta de la compra, siendo los aspectos más consultados: la información nutricional (71,4%), los ingredientes y aditivos (70,2%), la caducidad (64,7%), y el origen del producto (46,4%).
En cuanto a nivel de conocimiento, siete de cada diez encuestados aseguran saber identificar qué alimentos son saludables. Para distinguir entre procesados y ultraprocesados, los consumidores se fijan principalmente en la presencia de aditivos (73,34%), el número de ingredientes en la etiqueta (32,81%) y el método de conservación (26,14%).
Por otro lado, la mitad de los encuestados cree que el impacto de los productos en la salud depende del tipo de procesamiento al que han sido sometidos, mientras que cerca de un tercio (29,5%) considera que el procesamiento reduce su calidad nutricional.
La segunda edición del Radar SaluDiable también explora una tendencia en auge en los últimos años: el vínculo entre alimentación y bienestar, entendiendo la salud desde un enfoque integral. En este sentido, de la encuesta se desprende que un 91% de las personas considera que existe una relación entre la alimentación y el bienestar emocional o estado de ánimo.

