Debido a las medidas tomadas por el gobierno para evitar la propagación del coronavirus, el número de empleados que teletrabajan desde sus casas se ha disparado. Son muchas las empresas que han aprovechado las ventajas que proporciona esta manera de trabajar para continuar con su actividad.
Sin embargo, es importante llevar a cabo una serie de medidas de prevención, ya que el hecho de que el teletrabajador trabaje en su casa, en soledad, o al menos aislado del resto de la plantilla de la empresa, lleva implícito una serie de posibles riesgos laborales de carácter psicosocial, que pueden dar lugar a diversas patologías. De ahí la necesidad de establecer una serie de medidas preventivas:
Control de horario
Establezca un horario de trabajo en el que se limite el número de horas diarias, el propio control del ritmo de trabajo puede dar lugar a un exceso de horas de trabajo con la consiguiente sobrecarga.
Pausas
Fije un ritmo de trabajo/descanso donde primen las pausas cortas y frecuentes, frente a las largas y espaciadas. Esto es debido a que una vez llegado el estado de fatiga es difícil recuperarse, siendo más positivo el procurar no alcanzarlo.
Aislamiento
Es conveniente prefijar una serie de reuniones entre el teletrabajador y los componentes de la empresa. De esta manera, se consigue estar al día en cuestiones propias de su trabajo, de su empresa, se fomenta el sentido de pertenencia a la organización, y se previenen problemas derivados de la soledad y el aislamiento. Puede usar la videoconferencia para estas reuniones.
Separación del ámbito familiar del laboral
Habilitar una zona aislable dentro de la vivienda, con suficiente espacio para contener los equipos y materiales de trabajo, de manera que ese espacio se dedique exclusivamente al trabajo. Sería conveniente que dispusiera de luz natural, y que el ruido, tanto externo como de la casa, fuese el menor posible.
Así mismo, en casa es recomendable la utilización de un monitor, teclado externo y ratón. Si no se dispone de un ordenador de mesa en casa, se puede utilizar el portátil como monitor, elevándolo con un soporte o colocando debajo unos libros o similar. Pero si tampoco pudiera conseguir estos elementos y sólo se dispone de un portátil para trabajar desde casa, es importante seguir las siguientes recomendaciones para minimizar posibles molestias musculoesqueléticas:
- Regular la altura de la silla para mantener un ángulo de, al menos 90º en el codo. Apoyar completamente la espalda con la silla ligeramente reclinada. Si no fuera posible reclinar la silla, se recomienda utilizar un cojín para la parte lumbar.
- También es conveniente mantener la cabeza en posición neutra e inclinar la pantalla del portátil ligeramente hacia atrás para conseguir un ángulo menor en el cuello. Se recomienda no mirar al teclado ya que esto puede obligar a una inclinación excesiva en el cuello.
- Evitar trabajar desde el sillón, aunque si puntualmente hubiera que hacerlo, para trabajos de menos de 1 hora al día, hay que colocar una carpeta o similar sobre las piernas, que sirva de apoyo al equipo, que evite la transmisión del calor a tu cuerpo y facilite una postura correcta en los brazos. Además, es conveniente apoyar los pies en el suelo o en un elemento de apoyo y colocar un cojín o similar para un correcto apoyo lumbar.
Dado que la postura adoptada en las situaciones anteriores no es la más adecuada, siempre es recomendable realizar pausas frecuentes, cada hora, durante las que debe realizar los ejercicios de estiramiento y relajación muscular.